MANGO,
Magnifera Indica / Anacardiaceae
El mango procede originariamente del área indobirmana,
probablemente cultivada por el hombre desde hace más de 4000 años. India, donde
todavía hoy crecen selvas de mangos silvestres, sigue siendo la zona de cultivo
principal de esta planta (Fruta&Hortalizas, 2017). Los mangos se han
extendido a casi todas las áreas tropicales: hacia el sur y sudeste de Asia, a
Australia, Madagascar, al este de África, Brasil, y Centroamérica. Crece
también en zonas subtropicales de clima favorable como Florida, Sudáfrica, Israel,
Chipre y Egipto. Refiriéndonos a los subtrópicos, probablemente se introdujo en
el sur de África en el siglo XVI a.C., pero no llegó a Canarias y Madeira hasta
la segunda mitad del siglo XVIII y a EEUU (Florida y Hawai), Australia e Israel
hasta el siglo XIX.
La llegada de esta fruta a América se debió a los
portugueses, quienes en el siglo XVIII la introdujeron en Brasil. También
fueron ellos quienes la introdujeron en África occidental. Los españoles, por
su parte, contribuyeron en la expansión del mango por América, pues
transportaron pequeños árboles productores de Filipinas a México. Su
introducción en el sur de España no parece haberse producido hasta el siglo XX.
Por otro lado, destacar que la obtención en 1910 en Florida del excelente cultivar
"Haden" marcó el comienzo del desarrollo moderno de este cultivo.
El mango es el tercer fruto tropical en términos de
producción e importación a nivel mundial, inmediatamente situado tras el
plátano y la piña tropical y el quinto de todos los frutos.
TAXONOMÍA DEL MANGO
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DESCRIPCIÓN BOTÁNICA.
•
Copa.
La corona es densa y ampliamente oval o globular. Las ramitas son gruesas y
robustas, frecuentemente con grupos alternos de entrenudos largos y cortos que
corresponden al principio y a las partes posteriores de cada renuevo o
crecimientos sucesivos; son redondeadas, lisas, de color verde amarillento y
opacas cuando jóvenes; las cicatrices de la hoja son apenas prominentes.
•
Hojas. Las hojas son alternas,
espaciadas irregularmente a lo largo de las ramitas, de pecíolo largo o corto,
oblongo lanceolado, coriáceo, liso en ambas superficies, de color verde oscuro
brillante por arriba, verde – amarillento por abajo, de 10-40 cm de largo, de
2-10 cm de ancho, y enteros con márgenes delgados transparentes, base agua o
acuñada y un tanto reducida abruptamente, ápice acuminado.
Las hojas tienen nervaduras visiblemente reticuladas, con
una nervadura media robusta y conspicua y de 12-30 pares de nervaduras
laterales más o menos prominentes; ellas expiden un olor resinoso cuando se les
tritura; el pecíolo es redondeado, ligeramente
engrosado en la base, liso y de
1,5-7,5 cm de largo. Las hojas jóvenes son de color violeta rojizo o bronceado,
posteriormente se tornan de color verde oscuro.
•
Inflorescencia.
Las panículas son muy ramificadas y terminales, de aspecto piramidal, de 6-40
cm de largo, de 3-25 cm de diámetro; las raquias son de color rosado o morado,
algunas veces verde–amarillentas, redondeadas y densamente pubescentes o blancas
peludas; las brácteas son oblongas–lanceoladas u ovadas– oblongas, intensamente
pubescentes, se marchitan y caen pronto y miden de 0,3-0,5 cm de largo.
•
Flores. Las flores polígamas, de 4 a 5
partes, se producen en las cimas densas o en las últimas ramitas de la
inflorescencia y son de color verde–amarillento, de 0,2-0,4 cm de largo y
0,5-0,7 cm de diámetro cuando están extendidas. Los sépalos son libres,
caedizos, ovados u ovados–oblongos, un tanto agudos u obtusos, de color
verde–amarillento o amarillo claro, cóncavos,
densamente cubiertos
(especialmente
en la parte exterior) con pelos
cortos
visibles, de 0,2-0,3 cm de
largo y
0,1-0,15 cm de ancho.
Los pétalos permanecen libres
del disco y son caedizos, ovoides u ovoides–oblongos, se extienden con las
puntas curvadas, finamente pubescentes o lisos, de color banco– amarillento con
venas moradas y tres o cinco surcos de color ocre, que después toman el color
anaranjado; ellos miden de 0,3-0,5 cm de largo, y 0,12-0,15 cm de ancho; los
pétalos viejos a veces tienen márgenes rosados, el disco es grande,
notoriamente de cuatro o cinco lóbulos arriba de la base de los pétalos,
surcado, esponjoso, de color de limón, convirtiéndose después a blanco
translúcido, durante la antesis es mucho más ancho que el ovario y de 0,1-0,15
cm de alto.
Los estambres pueden ser de
cuatro a cinco, desiguales en su longitud, siendo fértiles sólo uno o dos de
ellos, el resto está reducido a diminutos estaminoides, de color morado o
blanco amarillento; los estambres perfectos miden de 0,2-0,3 cm de largo, con
las anteras ovoide–oblongas, obtusas, lisas. Las flores estaminadas carecen de
ovario rudimentario y sus estambres son centrales, reunidos cercanamente por el
disco. El ovario en la flor perfecta es conspicuo, globoso, de color limón o
amarillento y de 0,2-0,15 cm de diámetro; el estilo es lateral, curvado hacia
arriba, liso y de 0,150,2 cm de largo; el estigma es pequeño y terminal. La
polinización del mango es esencialmente entomófila, siendo los principales
polinizadores, insectos del orden Díptera.
•
Fruto.
Se trata de una gran drupa carnosa que puede contener uno o más embriones. Los
mangos de tipo indio son monoembriónicos y de ellos derivan la mayoría de los
cultivares comerciales. Generalmente los mangos poliembriónicos se utilizan
como patrones. Posee un mesocarpo comestible de diferente grosor según los
cultivares y las condiciones de cultivo.
Su peso varía desde
150 g hasta 2 kg. Su forma también es variable, pero generalmente es ovoide-oblonga,
notoriamente aplanada, redondeada, u obtusa a ambos extremos, de 4-25 cm. de
largo y 1.5-10 cm. de grosor. El color puede estar entre verde, amarillo y
diferentes tonalidades de rosa, rojo y violeta. La cáscara es gruesa,
frecuentemente con lenticelas blancas
prominentes; la carne es de color
amarillo o anaranjado, jugosa y sabrosa.
•
Semilla.
Es ovoide, oblonga, alargada, estando recubierta por un endocarpo grueso y
leñoso con una capa fibrosa externa, que
se puede extender dentro de la carne.
SIEMBRA.
Las plantitas se siembran en el campo cuando tienen de 1 a 2
años; si se les cultiva en recipientes, se les puede sacar en cualquier época
del año; si están en los surcos del vivero, generalmente lo mejor es a
principio o al final de la primavera (Canales.ho, 2016). En cualquier caso, se
les trasplanta lo más cuidadosamente posible en cepas previamente preparadas y
espaciadas de 10 a 12 m de distancia. Ciertas variedades que crecen débilmente
se pueden trasplantar más cerca (6x6 m) y los tipos vigorosos que se extienden,
se colocan a una distancia de 14 a 16 m. Puesto que generalmente se proporciona
algo de sombra al vivero de propagación, los árboles se deben acostumbrar
gradualmente en un área menos sombreada por un período de unas cuantas semanas,
para permitirles resistir su exposición a la luz solar plena y al viento. No se
les debe permitir que fructifiquen sino hasta que tengan más o menos 4 años de
edad, eliminando las panículas de flor a medida que se forman.
REQUERIMIENTOS EDAFOCLIMÁTICOS.
Suelo
Puede vivir bien en diferentes clases de terreno, siempre
que sean profundos y con un buen drenaje, factor este último de gran
importancia. En terrenos en los que se efectúa un abonado racional la
profundidad no es tan necesaria; sin embargo, no deben plantarse en suelos con
menos de 80 a 100 cm de profundidad.
Un análisis de un suelo donde los mangos prosperan muy bien
dio el siguiente resultado: cal (CaO) 1,2 %, magnesio (MgO) 1,18 %, potasa (K2O)
2,73 %, anhídrido fosfórico (P2O5) 0,15 %, nitrógeno
0,105 %.
Necesidades De Agua
Requiere menos agua que el aguacate; se da la circunstancia
de que en terrenos donde las disponibilidades de agua son abundantes, el árbol
vegeta muy bien, pero no fructifica.
Cuando más agua necesitan los árboles es en sus primeros
días de vida, llevando aproximadamente de 16 20 litros semanales por árbol.
Esto sucede durante los dos primeros años y siempre que el árbol esté en el
terreno; no es lo mismo en el vivero, donde sus exigencias son menores.
Una vez que el árbol está enraizado aguanta muy bien la
sequía; prospera con la cuarta parte del agua que necesita la platanera y puede
tolerar, según clases de tierra, hasta 400 miligramos de sal por litro de agua.
Para obtener el máximo rendimiento del árbol, los riegos
deben ser periódicos. Los más copiosos deben darse cuando los capullos van a
abrir, y hasta varias semanas después del fructificación. Mientras la fruta
aumenta de tamaño debe regarse una vez cada quince días y puede dejarse de
regar al acercarse la madurez.
Clima
Es más
susceptible a los fríos que el aguacate y resiste mejor los vientos que éste.
El árbol prospera muy bien en un clima donde la temperatura media anual se
mantenga de 20 a 25º C.
Un árbol de buen desarrollo puede soportar temperaturas de
dos grados bajo cero, siempre que éstas no se prolonguen mucho tiempo. Un árbol
joven, de dos a cinco años, pude perecer a temperaturas de cero y un grado
centígrado.
Así, por ejemplo, en las islas Canarias la zona óptima para
este cultivo es la del Sur, prosperando bien en la zona Norte.
FERTILIZACIÓN.
La potasa es el elemento al que mejor ha respondido el
árbol, siendo, por tanto, el que en mayor proporción debe entrar en la fórmula
de abonado.
Un árbol en plena producción responde muy bien a la
siguiente aplicación de abono: 2500 gramos de sulfato de potasio y 1500 gramos
de superfosfato de cal, añadidos al terreno en una sola aplicación, preferible
en el mes de noviembre. Debe procurarse distribuirlo bajo la copa del árbol,
removiéndolo y mezclándolo bien con la tierra.
El abonado nitrogenado se puede dar con el riego en la época
anterior a la apertura de los capullos, añadiendo un kilogramo de sulfato
amónico y, posteriormente, la misma cantidad cuando el árbol esté en plena
floración, esto ayuda a promover el amarre de la fruta. El suelo con árboles
jóvenes se debe arropar para ayudar a retener la humedad y contrarrestar las
hierbas. Pueden resultar útiles las aplicaciones de piedra caliza dolomítica,
si la reacción del suelo está debajo de un pH 5.5. Las aspersiones nutritivas
conteniendo cobre, cinc, manganeso y boro son benéficas en todos los suelos,
excepto los mejores. Estas se deben aplicar más o menos 3 veces al año (una vez
en el caso del boro) durante los primeros años.
PROPIEDADES MEDICINALES DEL MANGO
BENEFICIOS DEL MANGO VERDE
Trastornos Sanguíneos
Esta fruta contribuye a regular los trastornos sanguíneos
gracias a la importante cantidad de vitamina C. Entre otras cosas ayuda a la
formación de glóbulos rojos, la asimilación de hierro y la elasticidad de las
venas. También combate algunas enfermedades como la tuberculosis, el cólera y
la anemia.
Problemas Gastrointestinales
Consumir un par de mangos verdes pequeños, con miel y sal
resultan de gran ayuda para curar las indigestiones, las náuseas matutinas o
las diarreas. Es preferible que sean de un tamaño pequeño las piezas porque la
semilla no estará aún formada.
Escorbuto
También resulta muy interesante para tratar el escorbuto al
ser un alimento rico en vitamina C. Incluso en algunos países como la India los
suelen dejar secando, y el producto que consiguen resulta muy parecido al ácido
cítrico del zumo de limón.
BENEFICIOS DEL MANGO MADURO
Enfermedades De Los Ojos
El mango maduro permite combatir la ceguera nocturna
provocada por el déficit de vitamina A. También evita otras patologías de la
vista como irritación, picazón o resequedad ocular.
Aumentar Peso
Los que deseen incrementar el peso corporal de manera
natural pueden conseguirlo con el mango maduro. Sólo debe ingerir tres piezas
de esta fruta por la mañana, además de un vaso de leche. Ambos se combinan a la
perfección, ya que el mango cuenta con bastante azúcar y tiene pocas proteínas,
lo contrario que la leche.
Como acabamos de comprobar, no sólo es una fruta dulce y
exótica, sino que también cuenta con una serie de propiedades curativas muy
beneficiosas para la salud, ya sea un mango verde o maduro.
Zona de cultivo y exportación.
El mango se cultiva principalmente en la provincia del
Guayas, con una superficie aproximada de unos 7700 ha registradas en plena
producción dentro del gremio, y de las cuales, 6500 aproximadamente están
dedicadas a exportación. Las restantes, se dedican a otros mercados, (local,
pacto andino) o a la elaboración de jugos y concentrado de mango.
Plantas & Exportadores
Esta estación de la cosecha nos da una ventaja, debido a que
no competimos con algunos otros exportadores grandes, como México, Brasil y la
India. (Elproductor, 2017) Durante este tiempo, la madurez de la plantación ha
permitido que Ecuador aumente los volúmenes de exportación a niveles superiores
a los 7 millones de cajas (4.2 Kg. cada una) en la campaña pasada y sigue en
aumento debido a la incorporación de plantas en la producción y a la madurez de
ellas.
Nuestro país cuenta con varias plantas del tratamiento y de
empaque, que proporcionan el servicio a los exportadores nacionales siendo
también exportadores a los diversos mercados mundiales. Todos en conjunto
poseen una capacidad instalada para tratamiento con agua caliente de 800
toneladas por día y una capacidad de almacenamiento de más de 400.000 cajas de
exportación, proveyendo trabajo para aproximadamente 1.500 personas durante la
estación de la cosecha, trabajando aproximadamente el 70% de la capacidad
instalada.
Bibliografía
Canales.ho. (12 de
Diciembre de 2016). EL CULTIVO DEL MANGO.
Obtenido de http://canales.hoy.es/canalagro/datos/frutas/frutas_tropicales/mango2.htm
Ecured. (19 de Enero de
2015). Mango (Mangifera indica).
Obtenido de Taxonomía: https://www.ecured.cu/Mango_(Mangifera_indica)
Elproductor. (14 de
Septiembre de 2017). Exportación de mango
ecuatoriano. Obtenido de http://elproductor.com/estadisticas-agropecuarias/exportacion-de-mango-ecuatoriano/
Fruta&Hortalizas. (12
de Octubre de 2017). MANGO, MAGNIFERA
INDICA / ANACARDIACEAE.
Obtenido de
https://www.frutas-hortalizas.com/Frutas/Origen-produccion-Mango.html
Infoagro. (6 de Julio de
2016). EL CULTIVO DEL MANGO. Obtenido
de http://www.infoagro.com/frutas/frutas_tropicales/mango.htm
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