EL
FLUJO DE ENERGÍA
Los sistemas vivos convierten la energía de una forma en otra a medida que cumplen funciones esenciales de mantenimiento, crecimiento y reproducción. En estas conversiones energéticas, como en todas las demás, parte de la energía útil se pierde en el ambiente en cada paso.
LAS
LEYES DE LA TERMODINÁMICA
La primera ley de la termodinámica
establece que la energía puede convertirse de una forma a otra, pero no puede
crearse ni destruirse. La energía puede almacenarse en varias formas y luego
transformarse en otras. Cuando los organismos oxidan carbohidratos, convierten
la energía almacenada en los enlaces químicos en otras formas de energía. En
una noche de verano, por ejemplo, una luciérnaga convierte la energía química
en energía cinética, en calor, en destellos de luz y en impulsos eléctricos que
se desplazan a lo largo de los nervios de su cuerpo. Las aves y los mamíferos
convierten la energía química en la energía térmica necesaria para mantener su
temperatura corporal, así como en energía mecánica, energía eléctrica y otras
formas de energía química. En el caso de las reacciones químicas, esto
significa que la suma de la energía de los productos de la reacción y la de la
energía liberada en la reacción misma es igual a la energía inicial de las
sustancias que reaccionan.
La segunda ley establece que en el curso
de las conversiones energéticas, el potencial termodinámico -o energía
potencial termodinámica- de un sistema en el estado final siempre será menor
que el potencial termodinámico del mismo sistema en el estado inicial. La
diferencia entre los potenciales termodinámicos de los estados inicial y final
se conoce como cambio en la energía libre (o de Gibss) § del sistema y se
simboliza como DG.
Reacciones De Oxidación-Reducción
Reacciones De Oxidación-Reducción
Los electrones poseen diferentes
cantidades de energía potencial dependiendo de su distancia al núcleo del átomo
y de la atracción ejercida por el núcleo sobre ellos. Un ingreso de energía
lanzará a un electrón a un nivel energético más alto, pero si no se añade
energía, el electrón permanecerá en el nivel energético más bajo que encuentre
disponible.
La
reducción es, por el contrario, la ganancia de un electrón. La oxidación y la
reducción siempre ocurren simultáneamente, porque el electrón que pierde el
átomo oxidado es aceptado por otro átomo que se reduce en el proceso. En las
reacciones de oxidación-reducción se produce un movimiento de electrones de un
átomo a otro. Un átomo o molécula que pierde electrones se oxida; el que los
gana se reduce.
En
los sistemas vivos, las reacciones que capturan energía (fotosíntesis) y las
reacciones que liberan energía (glucólisis y respiración), son reacciones de
oxidación-reducción. La oxidación completa de una mol de glucosa libera 686
kilocalorías de energía libre; de modo inverso, la reducción del dióxido de
carbono para formar un mol de glucosa almacena 686 kilocalorías de energía
libre en los enlaces químicos de la glucosa. Si esta energía fuera liberada de
una sola vez, la mayor parte se disiparía como calor. Esto no solamente no
sería útil para la célula, sino que la alta temperatura resultante sería letal.
Sin embargo, la vida ha evolucionado adquiriendo mecanismos que regulan la
marcha de estas reacciones químicas y una multitud de otras, de modo tal que la
energía se almacena en enlaces químicos particulares de los que puede ser
liberada en pequeñas cantidades cuando la célula lo necesite. Estos mecanismos,
con la aparición de nuevos tipos de moléculas, permiten un aprovechamiento
eficaz de la energía sin alterar el delicado equilibrio que caracteriza a los
sistemas biológicos. Implican generalmente secuencias de reacciones, algunas de
las cuales son reacciones de oxidación-reducción. Aunque cada reacción en la
secuencia representa solamente un pequeño cambio en la energía libre, el cambio
global de energía libre para la secuencia puede ser considerable.
EL
METABOLISMO
La mayor parte del metabolismo es notablemente similar aun en los organismos más diversos; las diferencias en muchas de las vías metabólicas de los seres humanos, los robles, los hongos y las medusas son muy leves. Algunas vías, por ejemplo, el glucólisis y la respiración están en casi todos los sistemas vivos.
El total de las reacciones químicas
involucradas en la síntesis se llama anabolismo. Las células también están
constantemente involucradas en la ruptura de moléculas de mayor tamaño; estas
actividades se conocen colectivamente como catabolismo. El catabolismo cumple
con dos propósitos:
1.
Liberar
la energía que será usada por el anabolismo y otros trabajos de la célula.
2.
Suministrar
la materia prima que será usada en los procesos anabólicos.
La presencia de las enzimas es fundamental
para que las reacciones químicas puedan ocurrir dentro de una célula viva.
LAS
ENZIMAS
Para reaccionar, las moléculas deben
poseer suficiente energía, la energía de activación, a fin de chocar con
suficiente fuerza para superar su repulsión mutua y debilitar los enlaces
químicos existentes. Las enzimas actúan como catalizadores; disminuyen la
energía de activación incrementando enormemente la velocidad a la que se
producen las reacciones químicas en las células. Una reacción no catalizada
requiere más energía de activación que una catalizada, como una reacción
enzimática. La menor energía de activación en presencia del catalizador
frecuentemente está dentro del intervalo de energía que poseen las moléculas,
de tal modo que la reacción puede ocurrir rápidamente, sin adición o con poca
adición de energía.
Las enzimas son grandes moléculas de
proteínas globulares cuyo modo de plegamiento asegura que grupos particulares
de aminoácidos formen un sitio activo. Cuando las enzimas pierden su estructura
tridimensional característica, se dice que están desnaturalizadas. Las
moléculas reactivas, conocidas como sustrato, se ajustan con precisión a este
sitio activo. Aunque la conformación de una enzima puede cambiar temporalmente
en el curso de una reacción, no se altera permanentemente.
La velocidad de las reacciones enzimáticas también se ve influida por la temperatura y por el pH, que afectan la atracción entre los aminoácidos de la molécula proteica y también entre el sitio activo y el sustrato. Muchas enzimas requieren de cofactores, que pueden ser iones simples, tales como Mg2+ o Ca2+, o como moléculas orgánicas no proteicas conocidas como coenzimas. Muchas coenzimas, como el NAD, funcionan como transportadores de electrones, y diferentes coenzimas mantienen a los electrones en niveles energéticos ligeramente distintos. Muchas vitaminas son parte de coenzimas.
En la interacción entre la enzima y el sustrato, el sitio activo de la enzima se ajusta a la superficie enfrentada de la molécula de sacarosa. El ajuste es tan exacto, que una molécula compuesta, por ejemplo, de dos subunidades de glucosa, no se vería afectada por la acción de esta enzima.
La velocidad de las reacciones enzimáticas también se ve influida por la temperatura y por el pH, que afectan la atracción entre los aminoácidos de la molécula proteica y también entre el sitio activo y el sustrato. Muchas enzimas requieren de cofactores, que pueden ser iones simples, tales como Mg2+ o Ca2+, o como moléculas orgánicas no proteicas conocidas como coenzimas. Muchas coenzimas, como el NAD, funcionan como transportadores de electrones, y diferentes coenzimas mantienen a los electrones en niveles energéticos ligeramente distintos. Muchas vitaminas son parte de coenzimas.
En la interacción entre la enzima y el sustrato, el sitio activo de la enzima se ajusta a la superficie enfrentada de la molécula de sacarosa. El ajuste es tan exacto, que una molécula compuesta, por ejemplo, de dos subunidades de glucosa, no se vería afectada por la acción de esta enzima.
Una forma precisa de control enzimático es
la interacción alostérica. La interacción alostérica ocurre cuando una molécula
distinta del sustrato se combina con una enzima en un sitio diferente del sitio
activo y, al hacer esto, altera la conformación del sitio activo tornándolo
funcional o no funcional. La inhibición por retroalimentación ocurre cuando el producto
de una reacción enzimática, ya sea al final o en una bifurcación de una vía
determinada, actúa como efector alostérico, inhibiendo temporalmente la
actividad de una enzima, en un paso anterior de la vía. De esta manera, el
efector alostérico detiene temporalmente la serie de reacciones químicas.
Las enzimas también pueden estar reguladas
por inhibición competitiva, en la cual una molécula, semejante al sustrato
normal, compite por el sitio activo. La inhibición competitiva puede ser
revertida aumentando las concentraciones de sustrato.
El
ATP
La molécula de ATP está formada por la
base nitrogenada adenina, el azúcar de cinco carbonos ribosa y tres grupos
fosfato. Los tres grupos fosfato están unidos por dos enlaces covalentes que se
rompen con facilidad, produciendo cada uno aproximadamente 7 kilocalorías de
energía por mol.
En los sistemas biológicos, las reacciones
endergónicas, como las de biosíntesis, se producen gracias a la energía
liberada en las reacciones exergónicas con las que están acopladas. En la
mayoría de las reacciones acopladas, el ATP es el intermediario que conduce la
energía de una reacción a otra.
La estructura interna de la molécula de
ATP la hace inusualmente adecuada para este papel en los sistemas vivos. En el
laboratorio, la energía se libera de la molécula de ATP cuando se elimina el
tercer fosfato por hidrólisis dejando ADP (adenosín difosfato) y un fosfato:
ATP + H2O => ADP + fosfato
En el curso de esta reacción, se liberan
unas 7 kilocalorías de energía por mol de ATP. La eliminación del segundo
fosfato produce AMP (adenosín monofosfato) y libera una cantidad equivalente de
energía:
ADP + H2O => AMP + fosfato
Los enlaces covalentes que unen a estos
dos fosfatos al resto de la molécula se simbolizan con el signo ~, y durante
muchos años se llamaron enlaces de "alta energía", término incorrecto
y confuso. Estos enlaces no son fuertes, como los enlaces covalentes entre el
carbono y el hidrógeno, que tienen una energía de enlace de 98,8 kcal/mol. Al
contrario, son enlaces que se rompen fácilmente y liberan, como vimos, una
cantidad de energía, aproximadamente 7 kcal/mol, adecuada para impulsar muchas
de las reacciones endergónicas esenciales de la célula. Además, la energía
liberada no surge totalmente del movimiento de los electrones de enlace hacia
niveles energéticos más bajos. Es también el resultado de un reordenamiento de
los electrones en otros orbitales de las moléculas de ADP o de ATP. Cada uno de
los grupos fosfato lleva cargas negativas y, por eso, tienden a repelerse.
Cuando se elimina un grupo fosfato, la molécula sufre un cambio en la
configuración electrónica, lo cual da como resultado una estructura con menos
energía
DIFERENCIA DE OBTENCIÓN
DE ENERGÍA
Energía en la célula vegetal
Los
cloroplastos presentes en las células vegetales se encargan de llevar a cabo el
proceso de fotosíntesis,
donde se utiliza la luz solar como energía. Esto es posible con la ayuda de la
clorofila, una sustancia presente en el interior de la célula que absorbe la
luz solar.
Energía en la célula animal
La mitocondria es la encargada de
generar energía en la célula animal, a través de un proceso de respiración
celular que se origina a partir del alimento (glucosa).
Las
mitocondrias son equivalentes a los cloroplastos presentes en las células
vegetales, pues ambos se encargan de producir energía.
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